El Cuerpo de Bomberos Aeronáuticos cumple una misión esencial: preservar la vida en situaciones de accidentes o incidentes graves dentro de un radio de 9 kilómetros desde el centro de los aeródromos de las Unidades Militares Aéreas, de la Fuerza Aeroespacial Colombiana (FAC), garantizando una respuesta inmediata y efectiva ante cualquier eventualidad que comprometa la seguridad de las operaciones aéreas, o la integridad del personal.
Los bomberos aeronáuticos se capacitan rigurosamente para responder con eficiencia ante cualquier tipo de emergencia, los suboficiales reciben instrucción en el Centro de Estudios Aeronáuticos de la Aeronáutica Civil, con una formación de 760 horas, en temas como extinción de incendios en aeronaves, materiales peligrosos, atención pre hospitalaria y operación de vehículos, mientras que los soldados profesionales, adelantan un curso básico de 3 semanas; entrenamiento integral que fortalece las capacidades técnicas, preparación física y mental para afrontar escenarios reales de riesgo.
Para el caso del Comando Aéreo de Combate N° 1 (CACOM 1), ubicado en el municipio de Puerto Salgar (Cundinamarca), este equipo está conformado por suboficiales, soldados profesionales y funcionarios civiles, quienes disponen de equipos especializados como máquinas de extinción aeronáutica, vehículos estructurales de intervención rápida, unidades destinadas a la supervisión de plataforma, así como al control de fauna y flora, entre otros recursos que garantizan la respuesta eficaz ante contingencias de gran magnitud.
Uno de los rostros más representativos de esta labor, es el técnico 1ro Castañeda, un suboficial con 16 años de servicio, que representa el compromiso y la entrega de estos héroes silenciosos. Nacido en la ciudad de Sogamoso (Boyacá), ha servido desde las bases aéreas de Villavicencio (Meta), Malambo (Atlántico), Tres Esquinas (Caquetá), y actualmente en el CACOM 1, consolidando una trayectoria ejemplar al servicio de la seguridad operacional, vocación que se ha fortalecido tras enfrentar experiencias desafiantes, poniendo a prueba su temple, conocimientos y sentido del deber.
Además de atender emergencias aeronáuticas, la labor de los bomberos de la FAC, se extiende a la comunidad, donde están siempre dispuestos a apoyar la atención de conflagraciones o incidentes que amenacen tanto la seguridad, como el bienestar de la población, siendo símbolo de esperanza y protección.

