• Según un informe de la Dirección Regional Sabana Centro de la CAR, la afectación al recurso hídrico seguido del recurso flora representan el mayor número de quejas ambientales en esta zona de la jurisdicción.
• Los sectores que marcaron mayores porcentajes de incumplimiento ambiental son el agrícola, industrial y minero.
• La CAR trabaja en la implementación de planes, programas y proyectos encaminados a la protección y conservación de los recursos naturales involucrando a los entes territoriales y a la comunidad en general.
Bogotá, D.C., 12 de octubre de 2024. De los 11 municipios que conforman la región Sabana Centro, en Cundinamarca, Chía, Tocancipá y Cajicá concentran el mayor número de quejas y denuncias presentadas por la comunidad por prácticas ambientales inadecuadas y el mal manejo de los recursos naturales.
Así lo revela un informe de la Dirección Regional Sabana Centro de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca – CAR que recoge, tipifica y analiza las quejas ambientales recibidas en los primeros 6 meses de 2024 y que suman cerca de 420 denuncias en los 11 municipios de la jurisdicción.
“En el reporte podemos identificar que los municipios de Cajicá con 60 quejas, seguido de Chía y Tocancipá con 56, representan el mayor número de infracciones ambientales en el primer semestre, lo que deja en evidencia la importancia del trabajo interinstitucional para capacitar y/o realizar el llamado de atención a los habitantes de dichos municipios”, afirmó Liliana Ramírez, directora regional CAR Sabana Centro de la CAR.
La funcionaria subrayó si bien estos tres municipios encabezan la lista, no está muy lejos el número de quejas de Zipaquirá, Cogua, Tabio y Cota, los cuales también registraron un porcentaje significativo de las denuncias impuestas por la comunidad donde se han generado afectaciones a los recursos naturales, en su mayoría en la zona rural.
Dentro de este panorama, el recurso hídrico es el más afectado, pues actividades como perforaciones ilegales de pozos profundos, captaciones ilegales de fuentes hídricas superficiales, desviación de cauces y el incumplimiento de las obligaciones en aquellos casos donde la autoridad ambiental otorgó el permiso, entre otros, afectan el uso responsable y eficiente del recurso.
Mientras que, para los componentes de flora y suelo, las denuncias más frecuentes son por aprovechamiento forestal para ampliación de la frontera agrícola, construcciones ilegales, disposición inadecuada de residuos de construcción (RCD)
y actividades mineras irregulares que podrían provocar remoción en masa y deslizamientos que se agravan en época de lluvias.
“El desarrollo de cultivos en zonas de páramo, la descarga de aguas residuales no domesticas y domesticas a fuentes hídricas de uso público, la explotación del suelo sin contar con los instrumentos ambientales y la falta de permisos mineros, categorizan al sector agrícola, industrial y minero como actividades de mayor nivel de ilegalidad” puntualizó la funcionaria.
Finalmente, la CAR trabaja en la implementación de planes, programas y proyectos encaminados a la protección y conservación de los recursos naturales involucrando a los entes territoriales y a la comunidad en general, con el fin de unificar criterios en materia ambiental sobre las actividades permitidas de conformidad a los usos y zonas de protección.
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